Mercados/Literaturas. Diana


Distribución y consumo nº 149
2017 - Vol IV

A quemarropa o nada. Esa frase
era su único credo; su Dios,
Richard “Iceman” Kuklinski -el
asesino a sueldo más prolífico
de la Historia-. Tenía una espalda
preciosa (incluso a pesar
de esa cicatriz que la atravesaba a la altura del
hombro izquierdo) y tiraba a matar. Cuando su
bello cadáver llenó de sangre oscura y caliente
el suelo del Mercado de San Blas de Logroño
no le importó a nadie; pero si ella pudiera haber
elegido un lugar en el que morir, habría
sido justo ese. Así que podía permitirse sonreír
desde el Infierno, un poquito al menos…
¿Sigo en el mercado? Sus arcos y columnas.