En este artículo, sus autores analizan nuestro sistema alimentario mostrando sus aspectos positivos, pero también los
daños colaterales que provoca. Uno de ellos es el desperdicio de alimentos (más de un tercio de los alimentos producidos acaban
en el vertedero). Sin embargo, los autores señalan que es posible crear una industria agroalimentaria más sostenible, y proponen
para ello el modelo de las biorrefinerías. Este modelo, inspirado en las refinerías petrolíferas, se basa en dos principios: economía
circular y química verde. El objetivo de este artículo es transmitir la necesidad de cambiar nuestro estilo de consumo y mostrar el
potencial de la tecnología sostenible.