Durante 2021, todos los sectores económicos toman como objetivo principal la recuperación de los niveles de actividad previos a la pandemia y, en este sentido, se han desarrollado las actuaciones del sector de la industria española de alimentación y bebidas.
Ante el desafío motivado por los efectos de la COVID-19 en los meses anteriores, la industria alimentaria se caracterizó por garantizar el abastecimiento de productos con certidumbre y calidad hasta el punto de ser considerada como un sector esencial.
En el último ejercicio, la actividad intermitente del sector horeca y la notable reducción del sector turístico por la pandemia, han mantenido la incidencia negativa en el sector de la alimentación y bebidas, aunque compensado por el repunte del consumo en los hogares y el comercio exterior. Como resultado, y a pesar de las dificultades de este escenario, la industria alimentaria ha aumentado la producción en un 5,3%.
El valor añadido bruto también ha experimentado un buen comportamiento con un avance del 11,2% y se ha incremento el peso de la industria alimentaria sobre el total de la economía en cerca de un 2,5%, tal y como recoge la información que aporta la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB).
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