Verónica


Distribución y consumo nº 146
2017 - Vol I

Hasta tal punto tenía grabado
su rostro en la memoria, que
ya no podía dibujar un retrato
sin dejar en él un esbozo
de su mirada o del modo inconfundible
como torcía la
boca al sonreír. Así que la gente dejó de contratar
sus servicios, porque sus retratos empezaban
a perder calidad y, además, con las
cámaras de fotos, era todo mucho más barato
y fácil.