La nueva red de valor, que sustituye a la anterior cadena
de suministro, supone la acción interconectada de
los diversos actores de la fabricación y la distribución,
imbricados en un proceso cuyo punto central es atender
la demanda de un consumidor cada vez más exigente e
informado. La digitalización sirve de estructura al sector
de la distribución, operadores logísticos incluidos, si
bien no todas las empresas tienen la madurez tecnológica
necesaria para adoptar tales herramientas.