España fue pionera en Europa en dotarse de una normativa
para regular la producción ecológica, además de convertirse
en pocos años en el primer país de la Unión Europea
por superficie inscrita, y uno de los primeros a nivel mundial.
Sin embargo, sigue existiendo una importante asimetría
entre la boyante internacionalización de nuestros
productos y un consumo interior que, aunque creciente, no
ha alcanzado todavía la velocidad de crucero deseable. La
producción ecológica es una realidad económica que contribuye
positivamente a la balanza comercial agroalimentaria.
El presente trabajo trata de presentar una imagen
en forma de ráfaga continúa de la producción ecológica
en España, desde su inicio, su caracterización actual y un
esbozo de los movimientos actuales que determinarán su
futuro dentro del marco comunitario.