Los mercados municipales están pasando de ser simples plazas de abasto a convertirse en centros híbridos de compra, experiencia y comunidad. Este artículo ofrece una hoja de ruta clara y práctica para gestores públicos, operadores y detallistas: cinco pilares para revitalizarlos sin perder su esencia de proximidad y confianza: 1) pertenencia comunitaria, 2) digitalización inteligente con modelos híbridos, 3) experiencias gastronómicas que suman y no sustituyen el abasto, 4) innovación regulatoria y 5) sostenibilidad económica.
A partir de un análisis comparado de éxitos y fracasos en España y referentes internacionales, se identifican arquetipos replicables y sus salvaguardas: desde la plataforma unificada del Mercado Central de Valencia, que facilita un “carrito único” multilateral, hasta la convivencia bien gestionada entre puestos y gastrobares en la Ribera de Bilbao, o la simplificación normativa de Sevilla como catalizador de inversión y colaboración.
La propuesta pone el foco en evitar la “parquetematización” y la canibalización (el supermercado dentro del mercado), con criterios operativos concretos como un mix equilibrado entre abasto y gastronomía y una capa digital común que potencie la marca del mercado. En síntesis, una guía práctica para reimpulsar los mercados municipales: más experiencia y tecnología, sí; pero con alma, reglas claras y métricas que aseguren impacto y continuidad.