Cada persona consume en España 14 kilos de carne de pollo al año, con un gasto de 56,5 euros. Este es el dato, relativo al consumo doméstico, que recoge el artículo del profesor Víctor J. Martín Cerdeño, de la Universidad Complutense de Madrid, incluido en el último número de Distribución y Consumo, elaborado a partir de los datos del panel de consumo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
En el mismo artículo se recogen las diferencias en el consumo de carne de pollo en función de las características de los hogares y las diferencias entre comunidades autónomas. Estos son los datos más relevantes:
- Los hogares de clase alta y media alta cuentan con el consumo de carne de pollo más elevado (11,2%), mientras que los hogares de clase baja tienen el consumo más reducido (-9,5%).
- Los hogares sin niños consumen menos cantidad de carne de pollo (-37,7%), mientras que los consumos más elevados se registran en los hogares con niños entre seis y quince años (58,4%).
- Si la persona encargada de hacer la compra no trabaja, el consumo de carne de pollo es superior (13,4%).
- En los hogares donde compra una persona con más de 65 años, el consumo de carne de pollo es más elevado (31,9%), mientras que la demanda más reducida se asocia a los hogares donde la compra la realiza una persona menor de 35 años (-29,8%).
- Los hogares formados por una persona muestran los consumos más elevados de carne de pollo (31,7%), mientras que los índices más reducidos tienen lugar en los núcleos familiares formados por cuatro miembros (-14,7%).
- Los consumidores que residen en pequeños municipios (menos de 2.000 habitantes) cuentan con mayor consumo per cápita de carne de pollo (1,9%), mientras que los menores consumos tienen lugar en los núcleos de población con censos de 100.001 a 500.000 habitantes (-3,3%).
- Finalmente, por comunidades autónomas, Comunidad Valenciana, Aragón y Castilla y León cuentan con los mayores consumos y gastos en carne de pollo, mientras que, por el contrario, la demanda más reducida se asocia a Extremadura, Cantabria y La Rioja.
Para saber más, consultar el artículo completo de Victor J. Martín Cerdeño en el número 156 de Distribución y Consumo